jueves, 28 de julio de 2011

Cuando la razón indica decepción hay que darle paso a la razón para que no sufra el corazón.

... Comprendo que la mentira es engaño,
y la verdad no.
Pero me siento engañada por las dos. (Antonio Porchia).


Todos tenemos problemas rutinarios.
Que se hacen pesados e incómodos.
Nos llevan a la desesperación y al hundirnos moralmente.
Yo también tengo esos problemas en mi vida... y no solo mi mundo te rodea a ti.
También desearía tener un contrato de trabajo, en lugar de trabajar en negro, y tener mas remedios, que darle mas de la mitad de un pésimo sueldo a mi madre.
El poder recoger una independencia. El dejar de ser inmadura en muchos sentidos.
El ser feliz en mi casa y mil vocaciones... llevar a cabo mil expectativas, en vez de tener que aguantar mi estanque en este presente, y no hacer nada para mi futuro.
Lo único que tengo a mi favor es que voy a hacer 20 años, y aún soy joven.


Me dices que tú tampoco estás bien, ni contigo mismo, ni con tu vida.
¿Yo si?
Pero no es una barrera más para dejar de insistir en lo que realmente quiero.
Creo que aunque te haya reprochado mil veces...
y se nos haya ido de las manos mutuamente el respeto.
Aunque hace unas semanas pidiera que salieras de mi vida, y te decía lo mucho que te odiaba...
sé aquí, y saben en Lima, que esperaba el efecto contrario a todo eso.
Ya se que es difícil de entender. Pero si me entran esos arranques de deshacerme de ti, es porque pienso que es lo mejor para mi.
Pero mi corazón opina totalmente lo contrario, y lucha contra mi razón y contra todo ese huracán de dolor, reproches y actos mal intencionados.


Creo que en el fondo de todo este horror, tú sabes que hago el esfuerzo, sabes que es lo que realmente quiero, aunque me digas que te es imposible entender mis cambios de pensar y sentir.
Tienes 27 años.
7 años casi 8 años de experiencia mas que yo.
El que discutamos de una manera tan fea como todas las veces de esta semana, hace que me reprima.
Vuelven a venir las montañas de subidones y bajones...


Me parece injusto que tu dolor no deje paso a luchar por esto, cuando eres tu mismo quién creó las barreras. ( Aunque mis impulsos hayan podido ayudar ).
Estoy segura de que la gran culpa de este dolor es de tus actos y de tus inseguridades.
Me parece injusto tu agobio.
Me pareces injusto tú.
Y aunque luego me hagas las preguntas de: ¿ Entonces porqué quieres estar conmigo?
¿ Porque si te hago tanto daño te empeñas en seguir con esto?
Te podría responder, que veo cosas en ti, muchas cosas que alomejor ni siquiera existen para los ojos de los demás, incluso para los tuyos. Porque te quiero.


Cuando se está realmente enfadado, realmente decepcionado, con tanto dolor de tiempo... se llega a un límite, y a escupir una clase de palabras que nunca utilizarías, que en un estado de tranquilidad ni se te pasarían por la mente. Y muchas cosas de las que te dije, fueron por rabia, y por dolor. Pues todo ese dolor, viene creado por ti ( te recuerdo). Y nuevamente, te pido perdón por mis malas formas.
Pero el haber fallado con mis formas, no quitan todo lo que sigo pensando. Y es que siempre se puede hacer mas... ese más... que nunca vi.



No hay comentarios:

Entradas Populares