Y es que... el tiempo y las malas sintonías me hicieron aprender.
A no conformarme con las palabras,
a no conformarme con un cambio de aires que arrastra la buena intención y los intentos.
No se ha de intentar.
Hablamos en otro idioma distinto, yo de querer, y tu de poder querer.
No existe otra intención que esa.
El cubo de agua fría, ya me caló en los huesos en pleno Agosto, y ahora ya no duele.
Solo afirmaste a mi corazón lo que no quería sentir...
Hoy es el primer día, del resto de mi vida.
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